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viernes, 1 de mayo de 2009

El Ban Day de Meneame como alegoría del Derecho

Una de las sensaciones más acusadas que tenemos quienes trabajamos o nos relacionamos frecuentemente con el derecho es que el lenguaje que utilizamos no es comprensible y que casi formamos parte de otra realidad, de algo diferente y ajeno a la vida cotidiana.

Lo sucedio en el famoso Ban Day de Meneame de ayer 30 de abril, sin embargo tiene muchos elementos propios de los mecanismos que configuran los sistemas jurídicos modernos que si se analizan pueden hacernos ver como las personas tendemos a organizarnos de una manera concreta y actuamos, a todos los niveles de manera similar y como estas cuestiones se examinan en la filosofía e Historia del derecho.

Lo que trato de demostrar es que no hay nada inventado y que lo sucedido en una web, es lo que sucede en las sociedades jurídicas avanzadas.

Ya he dicho en alguna ocasión que las páginas tipo menéame me parecen una de las más brillantes aportaciones a lo que deben ser los canalizadores de información en el futuro, superando a los medios tradicionales. Me parecen algo muy interesante y útil. Y este post es un mero ejercicio lúdico-jurídico, que me gustaría fuese bien entendido especialmente por los responsables de esa web ya que ni soy usuario ni tengo nada contra ellos, sólo que es posible analizar lo sucedido desde una óptica jurídica y aportar como el derecho se ha enfrentado y ha resuelto situaciones muy similares.

Dicho esto se pueden analizar los acontecimientos desde una perspectiva jurídico sociológica muy interesante.

En primer lugar como espacio público los miembros de la comunidad se forman su opinión del resto de miembros en base a sus actos, con lo cual se consigue "autoritas", es decir el reconocimiento del resto de miembros de una comunidad. La autoridad implica que se consiguen resultados sólo por la mera apelación a lo que la persona representa. Esto es el respeto que el resto de miembros de la comunidad (usuarios de una web o ciudadanos de una nación) sienten por una persona por sus actos u opiniones. Podemos pensar en Ghandi en su momento.

Con base en la autoridad, esta persona puede hacer que el resto de miembros actúen de una manera concreta, sin necesidad de forzar u obligar a nada.

En Menéame, además a ciertos usuarios que alcanzan cierta "autoritas" el sistema les concede "potestas", a través de los puntos de karma, es decir el poder para mediante un sistema de puntos promocionar o acallar la actividad de otros usuarios. A más karma más fácil es tumbar una noticia o promocionarla a la portada y otorgar puntos por un comentario a otro usuario. Pero este poder del usuario es horizontal, sólo afecta a los de su misma clase, los otros usuarios.

Sin embargo existe otro nivel en el que confluyen la "autoritas" y la "potestas" y es el de los administradores, los cuales tienen el reconocimiento general de los usuarios (autoridad) por mantener la página y el poder de hacer y deshacer como les interese (potestad) otorgada por el acceso al servidor y al código. Estos ocupan una posición superior jerárquica en el sistema y sus decisiones afectan a los usuarios.

Los primeros alcanzan su estatus por su labor y el reconociento de los otros, pero los segundos lo obtienen simplemente por su posición.

Si pensamos en términos históricos podemos encontrar similitudes entre los estamentos previos a la Revolución Francesa y la pertenencia a un grupo u otro en función del origen y la posición que se ocupa en el sistema en base a ese origen.

Logicamente los responsables de la web establecen las normas de participación en la misma, en el común asumido por todas las partes de que son necesarias unas mínimas reglas de funcionamiento. Sin embargo y aquí arranca gran parte del problema, esas normas no son claramente entendibles por los ciudadanos (usuarios de menéame).

Pero incluso para los propios administradores las reglas no son claras toda vez que al parecer no existe un criterio homogeneo sobre el concepto clave de esta crisis, el "microblogging", es decir insertar información personal u opinión sobre el objeto del envío a la web.

Los usuarios actúan interpretando la norma basándose en su criterio personal, en lo que otros usuarios opinan e incluso en linea con los precedentes marcados por los administradores. Como vemos la ley (normas del sitio), la costumbre (los actos cotidianos) y la jurisprudencia (los precedentes de los administradores) sirven de instrumentos que regulan la vida en sociedad, también a este nivel.

Los administradores tienen como una de sus responsabilidades juzgar la conducta del usuario y en su caso reprocharsela, con medidas que van desde el descarte de una noticia por incumplir las normas (cierre administrativo o prohibición de una actividad) hasta el cierre de la cuenta (salida del usuario del sistema, equivalente a la cárcel o la pena de muerte sin hacer una comparación directa, entiéndase bien).

Reunen los tres poderes clásicos, legislativo (son quienes hacen las normas), ejecutivo (porque se encargan de velar por su ejecución) y judicial (por que valoran las conductas del usuario y deciden su castigo). Y todo ello asentados sobre su "autoritas" y su "potestas".

El problema es que cuando las normas son ambiguas permiten dobles interpretaciones y las decisiones son más cuestionadas por los afectados, si además se perciben ejemplos de otros actos en los que la interpretación ha sido otra se reduce la autoridad del administrador. Si además una decisión contraria, tomada con base en una de estas normas, afecta a un usuario cuya autoridad es similar o superior a la del administrador surge el conflicto.

El usuario, en principio, poco puede hacer, pues su potestad o poder es horizontal, no alcanza para afectar al administrador. Sin embargo en las sociedades minimamente estructuradas y sustentado sobre su autoridad puede conseguir más adhesiones y provocar una revuelta por parte del resto de usuarios, dispuestos a enfrentarse a los administradores, tomando consciencia de su posición en la sociedad (sin usuarios no hay web).

En un momento concreto el usuario es expulsado del sistema y se provoca una ola de reacciones contraria a esa medida, una de las cuales conlleva como forma de análisis del conflicto el elaborar una lista de las personas que han emitido un voto concreto, siendo que en el sitio el voto no es secreto.

Como reacción a esto y ante las quejas de varios usuarios que aparecían en la lista, se recurre al precedente para decidir como castigar la conducta de quien publicó la lista en un comentario, estableciéndose que el castigo es la expulsión del sistema al igual que se hizo en el pasado por otro tema diferente, con lo que se hace una interpretación de la norma de una manera que no es compartida por los otros miembros de la comunidad.

Ello provoca que como respuesta solidaria a esa expulsión otros repitan la misma conducta, porque no se aprecia que la misma sea algo de tal gravedad como para tener esas consecuencias y entienden la misma injusta.

Y los administradores del sitio, en lugar de analizar la cuestión con una perspectiva más abierta, deciden ejecutar un programa que se encarga de castigar a los usuarios que repiten esa lista, quienes a su vez lo hacen no como un intento de molestar a los usuarios que aparecen sino como una forma de solidaridad con los castigados, con lo que la bola crece a medida que más veces interviene el programa. A más acción (más expulsados) más reacción (más mensajes).

Podemos pensar en el programa como los antidisturbios, con los que no se puede razonar, sus ordenes son disolver la manifestación y no hay nada más que discutir. Es como tantas otras veces que se ha lanzado al ejercito contra el pueblo, sólo que en este caso con el programa informático es imposible razonar y no se puede volver contra quien lo ha enviado.

Así los usuarios refinan sus formas de protesta mediante envíos irrelevantes o que saben son molestos para los administradores con el fin de que aparezcan en portada, utilizando para ello su karma (la potestad ganada mediante la autoridad) frente a lo que reacciona la administración aumentando los requisitos para comentar y enviar noticias, es decir reduciendo la potestad del usuario.

Con estas últimas actuaciones, el respeto, la autoridad, de los administradores se ha visto reducida y sus decisiones son más y más cuestionadas porque se perciben como unicamente basadas en el poder.

El mensaje del responsable del sitio, anunciando el perdón de los usuarios que colgaron la lista de votantes porque los mismos fueron castigados por una máquina, pone de manifiesto el intento por recuperar la autoridad, necesaria para que la comunidad funcione.

Muchos usuarios habituales anuncian su marcha del sitio, al igual que los tantas otras veces ha sucedido en el pasado, como por ejemplo en España durante el siglo XIX con las revoluciones liberales.

Como se ve, no hay tantas diferencias entre las experiencias históricas en el mundo real y el digital, por muy 2.0 que seamos. Las personas seguimos siendo igual.

Cuando se crea una comunidad uno se enfrenta a muchos desafíos para hacer que funcione, y cuando alcanza cierto nivel tiene que delegar y tiene que acertar, y lo más importante tiene que conseguir que todos acepten y respeten las reglas, y que cuando alguien las incumpla y sea castigado que ello sea razonado y aceptado por todos, no con base en el poder sino en la autoridad.

El ejercicio del poder sin autoridad, en las sociedades modernas, a largo plazo conlleva a la rebelión de los ciudadanos, por eso incluso las dictaduras necesitan de un fondo ideológico que justifique sus acciones y las haga entendibles y justificables frente a los ciudadanos.

De todo esto va el derecho, aunque no lo parezca...

13 comentarios:

  1. Me quedo en el principio de tu reflexión y me centro única y exclusivamente en responder a tu primer párrafo (obvio el resto). Por lo que parece que quienes os dedicáis al derecho tenéis un sentido de la lengua y de la realidad distinto al resto de los mortales. Esa también es mi sensación (desde el otro lado).

    Yo no he estudiado derecho, pero por razones varias he tenido a veces que enfrentarme a textos legales. Y una de las cosas que más me sorprende es precisamente que la comprensión de una norma escrita esté mediada por algo que no es la misma norma escrita (y no es la tradición cultural extrajurídica). Que existan la ley y el derecho como distintas me parece que provoca situaciones como a las que te refieres en el primer párrafo de tu entrada.

    Para mí, el caso paradigmático es:

    «Toda cesión deberá formalizarse por escrito.»

    Independientemente de lo que sea (es la primera frase del artículo 45 de la LPI) y las consencuencias que pueda tener, a mí me ha planteado una situación curiosa: en español, el significado es claro, se excluye la formalización verbal. Para los letrados, que me he molestado de preguntar a algunos y algunas, no es claro, depende, en el mejor de los casos, si no es que se admite únicamente la formalización contractual.

    Lo importante no es tanto si de hecho se requiere o no contrato, sino que si se requiere, el texto es al menos ambiguo (si es que no está mal redactado en español).

    No sé si por la dualidad de ley y derecho, aquí se resiente el cumplimiento de las leyes. Me parece que una democracia exige que las normas sean comprensibles para la mayoría de su población, y eso supone que estén redactadas de modo comprensible para la mayoría de población que ha terminado la enseñanza obligatoria. Que no lo estén para gente que ha finalizado con éxito la enseñanza superior (exceptuando quienes estudien derecho), creo que es un asunto bastante grave. Si no, con todo el respeto del mundo, parece que la comprensión de las normas que todos debemos cumplir queda reservado a una casta de personas selectas, a saber, la casta jurídica.

    Quede claro que considero la dedicación a las leyes como una actividad muy noble y no tengo nada en contra de quienes ejercen esa actividad. Es lógico y normal que tenga que contratar asesoramiento especializado para que me expliquen el sentido de la ley y sus implicaciones ante un caso concreto, pero tomando el ejemplo que he citado, me parece muy grave que tenga que hacerlo para que me expliquen lengua española (después de unos cuantos años de estudio, modestamente espero aspirar a poder comprender, al menos, el ejemplo citado).

    Soy consciente de que el ejemplo que he tomado está exagerado. Pero creo que apunta, magnificando, a algo que está ahí.

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  2. He de admitir que tienes más razón que un santo, y esto ya lo he puesto de manifiesto en alguna ocasión. En primer lugar, me parece increíble que alguien pueda ser baneado (o directamente negado el derécho a réplica, que nos asiste por ley) por mostrar una opinión que no es de agrado el resto del populacho, populacho bastante influenciable y que se deja impactar por los votos recibidos previamente (si un comentario tiene un -20 de karma, es fácil que el siguiente le ponga otro negativo, sin siquiera ahondar en los motivos que llevaron a tener esa puntuación). Si alguien lo hizo previamente, sus motivos tendría ¿no? Por ello los primero votos en las noticias y comentarios son decisivos a la hora de elegir su suerte.

    Por otro lado, con frecuencia el voto negativo es un arma arrojadiza para rebatir lo que no se puede con argumentos, o para desquitarse de un negativo previo. Esto tampoco lo contempla el sistema, y yo diría que incluso aplaude este tipo de conductas. Una opinión puede ser discutible o no, pero mientras que se haga con educación y argumentos, nunca será censurable.

    Precisamente sites com Barrapunto, previos a Meneame, tienen un sistema mucho más equitativo y justo en cuanto al Karma, y menos vulnerable a los abusos, ya que existe moderación y metamoderación (vigiliancia a los vigilantes).

    Sin embargo, el nivel de los visitantes de Barrapunto es con diferencia bastante superior tanto cultural com intelectualmente al de Meneame (en Barrapunto se busca calidad, tanto de noticias como de visitantes, mientras que en Meneame prima la cantidad en ambos conceptos). De ahí que el sistema de Meneame contemple esas cosas y Barrapunto no.

    Yo mismo, al crear la web Hoygan (hoygan.com.es) basada en Meneame, estuve estudiando el código para desactivar que un usuario con bajo karma pudiera comentar. Pensé en desactivar el karma en los comentarios, pero tampoco me parecía justo. Un comentario puede tener bajo karma, pero sin que eso afecte a la capacidad de expresarse del usuario en cuestión. Al usuario que hace spam, siempre se le puede dar de baja definitivamente. Pero lo de dejarle el usuario con karma 3 y que no pueda hacer nada (o hacer lo mismo que hace un usuario anónimo) pues no parece que tenga mucha utilidad.


    Interesante tu reflexión. Las comunidades virtuales solo son un reflejo de la realidad, en mayor o menor medida.

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  3. ( muy bueno) mmmmmmmmmmmm , de acuerdo en todo, salvo en que se gane la auctoritas por medio de la confianza de los demas o por el mero hecho de publicar/ ejercitar. Yo creo que es la principal diferencia de las comunidades digitales, que por ahora( enfasis en por ahora) se rigen por meritocracia, mientras que en la vida real hay muchos parametros de evaluacion que solo la participacion.

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  4. Saco una conclusión: tanto en el Meneame como en la sociedad, la justicia funciona bien cuando los que la ejercen desde el poder son justos :-)

    Salud!

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  5. Sí pero Google habrá subido el Page Rank del sitio la de Dios con la tontería de Ban-Day o Voy-Day, ya que hay entradas en todos los blogs sobre la parida de despedir a 460 trabajadores que hacían de editores gratis, el recolmo del egocentrismo. Que estés trabajando gratis, porque es trabajar gratis de editor, y que encima te largen a la calle, eso a mi me suena a DON TIRANO++, cachondeo total, hay cada pardillo suelto...

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  6. "Podemos pensar en el programa como los antidisturbios, con los que no se puede razonar, sus ordenes son disolver la manifestación y no hay nada más que discutir."

    Si, lo que pasa es que no es el programa el que es asi. R. Galli dice que fue un programa para que no se le acuse de haber tenido un berrinche, pero no hizo ningún programa sino que fue expulsando a mano. Se notó al ver que los baneos eran en los últimos comentarios pero había comentarios de varios minutos antes que se le escaparon. Mientras iba teniendo tiempo, iba repasando los anteriores pero estaba desbordado. A un programa no le pasa eso.

    Es más que evidente que el Señor Galli miente, y encima tan demagogicamente que la gente le hace la pelota.

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  7. Enhorabuena por el artículo. Yo estuve en el famoso "ban day", y realmente has descrito las reglas de la sociedad ( digital de la que yo formaba parte)de una forma sublime. En este caso se unían efectivamente los 3 poderes (legislativo, ejecutivo y judicial), pero sus integrantes, lo habían ( o habíamos ) asumido como algo normal, es totalmente descriptiva tu frase: " El ejercicio del poder sin autoridad, en las sociedades modernas, a largo plazo conlleva a la rebelión de los ciudadanos, por eso incluso las dictaduras necesitan de un fondo ideológico que justifique sus acciones y las haga entendibles y justificables frente a los ciudadanos".
    Eso nada más y nada menos es lo que ha ocurrido, ante una situación dictatorial se ha "opuesto el pueblo".
    Es curioso el comportamiento humano, tanto en la sociedad civil como en la sociedad "cibernauta", al final, si no se entiende algo, o hay algo basado en principios erróneos, basta con un "líder" que abra los ojos, para que muchos le secunden.

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  8. he leído el texto arengado por los comentarios y haría un par de puntualizaciones.

    Primero: la aportación del usuario a esa web es vital. En concreto el usuaro expulsado era uno de los más activos. Es por tanto un acto de... prepotencia? su expulsión

    La citada lista no era solo un recopilatorio de nicks que votaron negativo la noticia, no. En esa lista se ve que 1/3 de los votos negativos era de administradores de la web. Citando tu ejemplo: se imagina alguien que el denunciante y juez fuesen la misma persona? Eso pasa en la web

    El famoso scrip ban day quizá no existiese. A mí tardaron varios minutos en cancelarme la cuenta tras publicar la lista. Eso un scrip lo hace de forma casi instantánea. También recordar que la lista de amnistiados es de los usuarioas que enviaron la lista. Los demás (uno de ellos fue baneado por hacer un scrip que calculaba el número de baneados) siguen tal cual, en barbecho. Muchos no volverán a la página, es obvio que esa "sociedad" es injusta, trivial y... dictatorial (me temo)

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  9. Falso lo del script, falso, falso, falso, falso.
    No fue una máquina la que expulsó a los usuarios, fueron los propios administradores, lo de la máquina es una excusa para restarse responsabilidad.

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  10. El único interés que tiene menéame es su enorme comunidad de usuarios, que constantemente están enviando nuevas noticias y comentarios.
    Pero en lo que se refiere al funcionamiento de la web, bueno podemos resumirlo en que es un atentado contra la libertad de expresión donde se tumban no sólo las opiniones, sino también a los usuarios que no comulgan con la mayoría. Y esa mayoría (no se si de manera artificial o no) es una caterva de izquierdistas de salón, perroflautas y giliprogres. En fin, pequeños aprendices de de dictadores.

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  11. Pensaba que en ese tipo de paginas existia la libertad de expresion... pero parece ser que todo esta vendido o comprado, segun se mire.

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  12. Al final casi todos los sitios que comienzan como libres se terminan apartando mucho de sus origenes, una pena.

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  13. http://fakeinternet.blogspot.com.es/2012/07/fake-internet-lo-mas-falso-de-internet.html?m=1

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