Una de las sensaciones más acusadas que tenemos quienes trabajamos o nos relacionamos frecuentemente con el derecho es que el lenguaje que utilizamos no es comprensible y que casi formamos parte de otra realidad, de algo diferente y ajeno a la vida cotidiana.
Lo sucedio en el famoso
Ban Day de Meneame de ayer 30 de abril, sin embargo tiene muchos elementos propios de los mecanismos que configuran los sistemas jurídicos modernos que si se analizan pueden hacernos ver como las personas tendemos a organizarnos de una manera concreta y actuamos, a todos los niveles de manera similar y como estas cuestiones se examinan en la filosofía e Historia del derecho.
Lo que trato de demostrar es que no hay nada inventado y que lo sucedido en una web, es lo que sucede en las sociedades jurídicas avanzadas.
Ya he dicho en alguna ocasión que las páginas tipo
menéame me parecen una de las más brillantes aportaciones a lo que deben ser los canalizadores de información en el futuro, superando a los medios tradicionales. Me parecen algo muy interesante y útil.
Y este post es un mero ejercicio lúdico-jurídico, que me gustaría fuese bien entendido especialmente por los responsables de esa web ya que ni soy usuario ni tengo nada contra ellos, sólo que
es posible analizar lo sucedido desde una óptica jurídica y aportar como el derecho se ha enfrentado y ha resuelto situaciones muy similares.
Dicho esto
se pueden analizar los acontecimientos desde una perspectiva jurídico sociológica muy interesante.
En primer lugar como espacio público
los miembros de la comunidad se
forman su opinión del resto de miembros en base a sus actos, con lo cual
se consigue "autoritas", es decir el reconocimiento del resto de miembros de una comunidad.
La autoridad implica que se consiguen resultados sólo por la mera apelación a lo que la persona representa. Esto es el respeto que el resto de miembros de la comunidad (usuarios de una web o ciudadanos de una nación) sienten por una persona por sus actos u opiniones. Podemos pensar en Ghandi en su momento.
Con base en la autoridad, esta persona puede hacer que el resto de miembros actúen de una manera concreta, sin necesidad de forzar u obligar a nada.
En Menéame, además
a ciertos usuarios que alcanzan cierta "autoritas"
el sistema les concede "potestas",
a través de los puntos de karma, es decir el poder para mediante un sistema de puntos promocionar o acallar la actividad de otros usuarios. A más karma más fácil es tumbar una noticia o promocionarla a la portada y otorgar puntos por un comentario a otro usuario.
Pero este poder del usuario
es horizontal, sólo afecta a los de su misma clase, los otros usuarios.
Sin embargo
existe otro nivel en el que confluyen la "autoritas" y la "potestas" y es
el de los administradores, los cuales tienen el reconocimiento general de los usuarios (autoridad) por mantener la página y el poder de hacer y deshacer como les interese (potestad) otorgada por el
acceso al servidor y al código. Estos
ocupan una
posición superior jerárquica en el sistema y sus decisiones afectan a los usuarios.
Los primeros alcanzan su estatus por su labor y el reconociento de los otros, pero los segundos lo obtienen simplemente por su posición.Si pensamos en términos históricos podemos encontrar similitudes entre los estamentos previos a la
Revolución Francesa y la pertenencia a un grupo u otro en función del origen y la posición que se ocupa en el sistema en base a ese origen.
Logicamente los responsables de la web
establecen las normas de participación en la misma, en el común asumido por todas las partes de que son necesarias unas mínimas reglas de funcionamiento. Sin embargo y aquí arranca gran parte del problema,
esas normas no son claramente entendibles por los ciudadanos (usuarios de menéame).
Pero incluso
para los propios administradores las reglas no son claras toda vez que al parecer no existe un criterio homogeneo sobre el concepto clave de esta crisis,
el "microblogging", es decir insertar información personal u opinión sobre el objeto del envío a la web.
Los usuarios actúan interpretando la norma basándose en su criterio personal, en lo que otros usuarios opinan e incluso en linea con los precedentes marcados por los administradores. Como vemos
la ley (normas del sitio),
la costumbre (los actos cotidianos)
y la jurisprudencia (los precedentes de los administradores) sirven de instrumentos que regulan la vida en sociedad, también a este nivel.
Los
administradores tienen como una de sus responsabilidades
juzgar la conducta del usuario y en su caso reprocharsela, con medidas que van desde el descarte de una noticia por incumplir las normas (cierre administrativo o prohibición de una actividad) hasta el cierre de la cuenta (salida del usuario del sistema, equivalente a la cárcel o la pena de muerte sin hacer una comparación directa, entiéndase bien).
Reunen los tres poderes clásicos,
legislativo (son quienes hacen las normas),
ejecutivo (porque se encargan de velar por su ejecución)
y judicial (por que valoran las conductas del usuario y deciden su castigo). Y todo ello asentados sobre su "autoritas" y su "potestas".
El problema es que cuando
las normas son
ambiguas permiten dobles interpretaciones y las decisiones son más cuestionadas por los afectados, si además se perciben ejemplos de otros actos en los que la interpretación ha sido otra
se reduce la autoridad del administrador.
Si además una decisión contraria, tomada con base en una de estas normas, afecta a un usuario cuya autoridad es similar o superior a la del administrador surge el conflicto.El usuario, en principio, poco puede hacer, pues su potestad o poder es horizontal, n
o alcanza para afectar al administrador. Sin embargo en las sociedades minimamente estructuradas y
sustentado sobre su autoridad puede conseguir más adhesiones y
provocar una revuelta por parte del resto de usuarios, dispuestos a enfrentarse a los administradores, tomando consciencia de su posición en la sociedad (sin usuarios no hay web).
En un momento concreto
el usuario es expulsado del sistema y se provoca una ola de reacciones contraria a esa medida,
una de las cuales conlleva como forma de análisis del conflicto el elaborar una lista de las personas que han emitido un voto concreto, siendo que en el sitio el voto no es secreto.
Como reacción a esto y
ante las quejas de varios usuarios que aparecían en la lista, s
e recurre al precedente para decidir como castigar la conducta de quien publicó la lista en un comentario, estableciéndose que
el castigo es la expulsión del sistema al igual que se hizo en el pasado por otro tema diferente, con lo que se hace una interpretación de la norma de una manera que no es compartida por los otros miembros de la comunidad.
Ello provoca que como respuesta solidaria a esa expulsión
otros repitan la misma conducta, porque no se aprecia que la misma sea algo de tal gravedad como para tener esas consecuencias y entienden la misma injusta.
Y los administradores del sitio, en lugar de analizar la cuestión con una perspectiva más abierta,
deciden ejecutar un programa que se encarga de castigar a los usuarios que repiten esa lista, quienes a su vez lo hacen no como un intento de molestar a los usuarios que aparecen sino como una forma de solidaridad con los castigados, con lo que la bola crece a medida que más veces interviene el programa.
A más acción (más expulsados)
más reacción (más mensajes).
Podemos pensar en el
programa como los
antidisturbios,
con los que no se puede razonar,
sus ordenes son disolver la manifestación y no hay nada más que discutir. Es como tantas otras veces que se ha lanzado al ejercito contra el pueblo, sólo que en este caso
con el programa informático es imposible razonar y no se puede volver contra quien lo ha enviado.
Así los
usuarios refinan sus formas de protesta mediante
envíos irrelevantes o que saben son
molestos para los administradores con el fin de que aparezcan en portada, utilizando para ello su karma (la potestad ganada mediante la autoridad)
frente a lo que reacciona la administración aumentando los requisitos para comentar y enviar noticias, es decir reduciendo la potestad del usuario.
Con estas últimas actuaciones, el respeto, la autoridad, de los administradores se ha visto reducida y sus decisiones son más y más cuestionadas porque se perciben como unicamente basadas en el poder.
El mensaje del responsable del sitio,
anunciando el perdón de los usuarios que colgaron la lista de votantes
porque los mismos
fueron castigados por una máquina, pone de manifiesto el intento por recuperar la autoridad, necesaria para que la comunidad funcione.
Muchos usuarios habituales anuncian su marcha del sitio, al igual que los tantas otras veces ha sucedido en el pasado, como por ejemplo en España durante el siglo XIX con las revoluciones liberales.
Como se ve, no hay tantas diferencias entre las experiencias históricas en el mundo real y el digital, por muy 2.0 que seamos. Las personas seguimos siendo igual.
Cuando se crea
una comunidad uno se enfrenta a muchos desafíos para hacer que funcione, y cuando alcanza cierto nivel tiene que delegar y tiene que acertar, y lo más importante
tiene que conseguir que todos acepten y respeten las reglas, y que cuando alguien las incumpla y sea castigado que ello sea razonado y aceptado por todos,
no con base en el poder sino en la autoridad.El ejercicio del poder sin autoridad, en las sociedades modernas, a largo plazo
conlleva a la rebelión de los ciudadanos, por eso incluso las dictaduras necesitan de un fondo ideológico que justifique sus acciones y las haga entendibles y justificables frente a los ciudadanos.
De todo esto va el derecho, aunque no lo parezca...