Hace casi un mes, David Bisbal se acercó al Parlamento Europeo para cantar ante sus señorías.
Dejemos a un lado lo poco edificante que, en mi opinión, es ver el Parlamento Europeo convertido en una discoteca, mientras nuestros "representantes" se dedican al baile fácil.
De paso, no hay concierto benéfico ni gratuito, quería realizar una pequeña petición a los señores parlamentarios. Una nimiedad. Uno ingenuamente pensó que se trataría de algo similar a lo que hizo Juanes, pedir una mayor implicación contra las minas anti-persona, o tal vez mayor lucha contra las guerras y contra el reclutamiento de menores en ellas.
Pero no, David quería solicitar la extensión de la protección de las reproducciones de los productores de fonogramas de 50 a 95 años, para armonizar ese plazo con el de Estados Unidos. Es decir, la reforma del artículo 119 de la LPI.
¿Y porqué digo que esto va en contra de los autores, y por lo tanto que Bisbal va en contra de los autores?
Pues bien, los derechos del autor duran la vida de este más 70 años. (artículo 26). Es bastante posible que los derechos del autor duren más que los del productor.
Así pasados 50 años los derechos desde la reproducción "vuelven" al autor, que puede venderlos nuevamente y volver a cobrar por ellos.
Sin embargo con la propuesta de Bisbal (seguro que no se le ha ocurrido a él pero la apoya ardorosamente) al duplicar ese plazo, los productores se aseguran que tendrán el control de la obra mientras estén vigentes los derechos de autor, o casi. Perjudicando claramente a los autores-creadores.
Bisbal argumenta que con un mayor plazo de protección, los productores tendrán más incentivos para invertir. Esa frase lleva implícito que los autores no necesitan más protección, que ya tienen suficiente y que incluso se les pueden esquilmar algunos derechos.
También que no es posible la creación sin industria, o tal vez que sin la industria él no habría sido "creado" y por lo tanto el modelo es bueno.
La doble moral de la industria, utiliza a los autores para darnos pena, pero les ataca sin piedad.
No se fíen amigos autores, nunca les defenderá.
Sirva el título como pequeño homenaje a Cesare Bonesana (Marchese di Beccaria, 1738-1794) y su fundamental libro "De los delitos y las penas", sin duda una de las mayores aportaciones del derecho a la justicia. Este es un espacio para depositar aquellas inquietudes jurídicas que me asaltan y los intentos de hallar mi respuesta.
Contacto
Para consultas jurídicas
"david @ 451.legal"
lunes, 20 de noviembre de 2006
Bisbal contra los autores
Etiquetas:
Autores,
Derecho,
LPI,
Propiedad Intelectual
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
:) el problema de los derechos de autor está en algunos intermediarios, aunque los autores siguen sin verlo .. peor "pa" ellos!.
ResponderEliminarGracias por la visita.
ResponderEliminarQueda usted como el primer comentarista de este humilde rincón.
La pregunta es, ¿conseguiremos que los autores sean mayores de edad alguna vez?
Un saludo